No te confundas si ves neón en nuestros zapatos, en nuestra
piel y en nuestros ojos. Si hemos hallado en el mar una ventana rota, un
pasadizo secreto que nos guía en el camino. No te confundas si ves futuro en
nuestra mirada presente. Del viejo mundo, solo hemos venido a buscar nuestra
memoria remota, rescate de nuestro mapa secuestrado por la guerra y el olvido.
No estamos jugando. Sabemos a donde vamos.