21 de abril de 2014

Tanta era la furia, los aullidos se escuchaban al otro lado del espejo
Tantos sonidos de  animales salvajes contenidos en tu llanto de hombre triste
Triste como el que va sin rumbo y no hay un alma que lo espere


 Si, te quiero -  ¿ pero qué hago con tantos huesos rotos? -me dijo