30 de abril de 2013

B o m b a d e t i e m p o

Un día los vi a los ojos
cuando decidí escuchar lo que decían.

Agreste, agreste el camino de los temerosos,tanta hambre en el mundo de los que duermen,tanta sed que no hay agua que cure.Ver sus ojos es ver ojos hambrientos de humo, de incendio de ciudad,la ciudad arde y todo lo que la llama toca desaparece como el lenguaje silencioso de las piedras.

Un hombre mira a su mujer y sutura; cose ,cose, cose , cose su herida peluda, su herida con moho , el hombre cose porque no puede más, la mirada de mujer cicatrizante le aturde.

Algunos saltaron desde el Pent- House que tiene vidrios rotos y sofás texturizados.
Ellos ya no están aquí para mostrarnos sus pieles,ellos ya no están aquí para reírse de los que permanecen en un limbo,ellos ya no están aquí para señalar la luna, para decirnos que miremos más seguido a Júpiter, ellos saltaron desde el Pent-House, albergue de los que soñaban con saltar desde lo alto sin temor al riesgo.

Alguien al otro extremo de la ciudad se despide en el incendio de aquellos que no quieren apagar el fuego, alguien ocasiona el incendio y sonríe.
Son los vencidos, son los vencidos por la noche, los vencidos por el miedo, son los vencidos por los astros, vencidos por los que ya partieron, los vencidos por la tierra del futuro.

Nosotros ya veníamos caminando directo hacia el fuego, alguien no quiere apagar el fuego de otro fuego que no es el nuestro, alguien con tapa boca y pasamontañas, lanza maderas, bombas molotov y papeles en la hoguera, esbozando una sonrisa gloriosa.

Y nosotros, de pie, sin rodillas en tierra,
ardemos.