7 de febrero de 2013

El fantasma suena sus cadenas en el lecho marital
la mujer escucha sus pasos
el fantasma posa sus ojos en ella
él permanece diminuto en los sonidos de tambores de su pecho

el hombre le dice a la mujer que ella es un árbol
las mujeres son un árbol
la conexión entre cielo y tierra
los hombres se aferran a pequeñas ramas
pensando que son parte de todo eso

no me quiero ir
abrázame fuerte
somos pirámides
en tu vientre hay un universo habitado

no me quiero ir dice el hombre
Quetzalcoatl dejó su aliento en tu vientre
la mujer respira y llora
la mano de él en su cara
y un vórtice de luz ocupa su frente
se escuchan perros a lo lejos
búhos y reptiles
él le muestra su viejo canto
canto guía para los días de invierno
que ya empezaron

ella se eleva
flota en el cuarto
hace pasos de ballet
que no se escuchan

el fantasma se ha ido
con sus cadenas rotas
todavía posa sus ojos en ella
y ella en él

la luz del poema
lame sus heridas
como un perro viejo

el hombre despierto
ahora duerme.