deshilaremos la crueldad de los relojes
me nombrarás y te nombraré,
seremos verbo y seremos ardiente carne.
En la piel besada por la miel y por la aurora
consturirán su nido los primeros pájaros.
Me nombrarás y te nombraré
tras los muros derribados.
Pronunciarás con sutileza
la palabra
mencionaré, seguramente
que en el silencio
nunca dejé de escucharte.